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 Documentación complementaria
 
 

Discurso de Cruz Melchor Eya Nchama con motivo de su condecoración por el Gobierno de la Nación Argentina

Palacio de San Martín, Buenos Aires, 6 de junio de 2014

 

Excelentísimo Señor Don Héctor TIMERMAN, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación Argentina,

Señora Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo,

Queridas Hermanas de Lucha Abuelas de Plaza de Mayo,

Señora Presidenta de Madres de Plaza de Mayo,

Queridas Hermanas de Lucha Madres de Plaza de Mayo,

Queridas Defensoras de los Derechos Humanos de la Nación Argentina,

Queridos Defensores de los Derechos Humanos de la Nación Argentina,

Excelentísimos Señores Embajadores,

Distinguidos Invitados,

Señoras y Señores:

Es un honor para mí ser condecorado en el día de hoy por el Gobierno de la Nación Argentina.

Es para mí un honor volver a visitar esta gran Nación. Es mi cuarta visita a esa capital federal situada en la orilla derecha del estuario del Plata, el cual está formado por el río Paraná y el río Uruguay fundamentalmente.

Qué bella es esta ciudad, qué bello es este país, qué bellas y bellos son las mujeres y los hombres de este país. Qué bella es la democracia recuperada en este país. Quiero saludar aquí la reforma constitucional de 1994 en la que el Pueblo argentino, gracias a su lucha, conquistó más derechos y más libertades fundamentales entre los cuales esta el artículo 36 de su Constitución.

Argentina tiene la suerte de ser uno de los países más multiculturales de nuestro tiempo; qué buena mezcla de diversas nacionalidades, creencias filosóficas y religiosas que forman la nación Argentina.

Muchas gracias Argentina por su amabilidad.

Muchas gracias Argentina por haberme honrado con una condecoración que recuerda el 25 de Mayo de 1810, el día de la REVOLUCIÓN ARGENTINA.

Excelentísimo Señor Ministro:

Mi nombre es Cruz Melchor EYA NCHAMA, nací en Kukumankok el día 6 de enero del memorable año 1945, siendo mi país una colonia española (como saben ustedes entre 1778 y 1810 la Guinea Ecuatorial dependía del Virreinato del Río de la Plata). El año 1945 es histórico porque fue el año del fin de la Segunda Guerra Mundial, el año de la salida de los campos de concentración nazi. Yo nací en el siglo XX, un siglo de guerras, un siglo de desapariciones forzosas de personas, un siglo de genocidio de los judíos, un siglo de genocidio de los armenios, un siglo de genocidio tutsi en Rwanda. Un siglo del odioso sistema del apartheid en Sudáfrica.

También el siglo XX es el siglo de militancia por los derechos de los pueblos, un siglo de militancia por los derechos humanos y las libertades fundamentales; cuando yo nací habían solamente tres Estados Africanos independientes, Etiopía, Egipto y Liberia. El resto de los países estaban colonizados por las potencias exteriores de nuestro continente; es decir, que el siglo XX es el siglo de la descolonización, el siglo de la creación de la Liga de la Sociedad de Naciones, es el siglo de la creación de las Naciones Unidas y de muchas organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales. El siglo XX es el siglo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales en la tarde del día 10 de diciembre de 1948.

Yo estudié en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid. En Madrid residía en el Colegio Mayor Universitario Nuestra Señora de África, que estaba a cincuenta metros del Colegio Mayor Universitario Nuestra Señora de Luján, un Colegio Argentino. Mi primer encuentro con los estudiantes argentinos fue en ese Colegio Mayor Argentino, donde fui a escuchar una conferencia del General Juan Domingo Perón (Lobos, Buenos Aires, 8 de octubre 1895 – Olivos, Buenos Aires, 1 de julio de 1974), fue en ese Colegio que me encontré con el Doctor Héctor José Cámpora (26 de marzo 1909 – 18 de diciembre 1980) y me dijo que volvía a la Argentina para presentarse en las elecciones presidenciales.

Al término de mis estudios en Madrid me fui a Ginebra y me inscribí en el Instituto Universitario de Altos Estudios internacionales y de Desarrollo. Mientras me encontraba en Ginebra, una dictadura horrible se instalaba en Guinea Ecuatorial. Un hecho importante fue que una parodia de justicia militar acababa de condenar a muerte a treinta personas y todas ellas fueron fusiladas el 26 de junio de 1974, solo por el mero hecho de ser opositores políticos del presidente Francisco MACIAS NGUEMA, que dos años antes se había auto proclamado presidente vitalicio de Guinea Ecuatorial.

Es en este contexto que decidimos movilizar la opinión pública internacional, a fin de hacer conocer esa situación. Como residía en Ginebra, los demás compañeros de lucha me encargaron dirigir esa campaña hacia las organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales.

El Gobierno de Guinea Ecuatorial tuvo noticias de nuestras actividades; nos acusaron de difundir falsas informaciones sobre el país y dio órdenes a todas las Embajadas y consulados de no renovar los pasaportes de los subversivos que éramos y seguimos siendo; es así que en noviembre de 1974 pedí asilo político al Gobierno suizo y lo obtuve en mayo de 1975 y desde 1998 tengo nacionalidad suiza.

Señor Ministro de Relaciones Exteriores:

En agosto de 1978, durante el período de sesiones de la Subcomisión de los Derechos humanos, el Embajador de Guinea Ecuatorial en Nueva York, Señor Alejandro Evuna OWONO ASANGONO, pidió al presidente de la Subcomisión que me expulsara de la sala, porque, según él, yo era terrorista. Gracias a los miembros de la Subcomisión que me conocían; gracias sobre todo al Director de la División de Derechos Humanos de entonces, doctor Theodore Van BOVEN, no me sacaron de la sala. Al día siguiente, fue el Embajador Señor Alejandro Evuna OWONO ASANGONO el que ya no volvía a la sala.

Fue justamente en aquel año de 1978 cuando muchas defensoras y muchos defensores a los derechos humanos de la República Argentina empezaron a llegar a Ginebra, entre los cuales aparecieron las Abuelas de Plaza de Mayo.

Estos defensores y defensoras argentinos tenían muchas dificultades de acceso a las salas de conferencia, porque el Embajador Martínez, portavoz de la dictadura argentina en Ginebra, trabajó mucho para impedir dicho acceso. Como el Gobierno de mi país quiso excluirme de la sala y no lo consiguió, yo decidí ayudar a los defensores de otros países que encontraban dificultades de acceso a las salas de conferencias.

Es en este contexto nuestra ONG, Movimiento Internacional para la Unión Fraternal entre las Razas y los Pueblos, decidió dar apoyo a nuestras Hermanas, las Abuelas de Plaza de Mayo. En aquella época representábamos UFER en Ginebra las colegas Monique COSTERMANS, Fina BIJNENS, Berhane RAS-WORK y yo. Monique, Fina et Berhane no hablaban castellano; nuestra organización decidió que yo fuera el responsable de denunciar las violaciones a los derechos humanos en Argentina y concretamente apoyar la lucha de las Abuelas.

Señor Ministro de Relaciones Exteriores:

El contacto que desde aquella época mantuve con las Abuelas de Plaza de Mayo fue realmente un contacto maravilloso. Nuestras relaciones fueron como si nos conociéramos durante mucho tiempo; de esta forma, nuestro contacto evolucionó del contacto de la solidaridad al contacto familiar. Las Abuelas forman parte de mi familia, las Abuelas son mis hermanas de Lucha. Las Abuelas son mis hermanas, simplemente.

Excelentísimo Señor Ministro:

Yo tuve mucha suerte, yo tuve muchísima suerte al encontrarme con las Abuelas de Plaza de Mayo. Yo tuve mucha suerte de participar en los trabajos que las Abuelas de Plaza de Mayo hacían en Ginebra. Durante todo el tiempo que me quede por vivir no olvidaré nunca los momentos pasados con esas heroicas mujeres. Yo quedé muy impresionado al observar la constancia, la determinación y el Amor profundo que guardan las Abuelas a sus hijos y nietos desaparecidos por la dictadura militar argentina.

Yo aprendí mucho de las Abuelas, de la capacidad de contactos que mantenían con el mundo entero, estaba muy impresionado por la manera de la militancia de esas mujeres, la falta de fatiga, sus sonrisas; la falta de odio a sus adversarios, la pureza de sus objetivos y la esperanza de encontrar con vida a sus nietos. Desde el primer momento que tuve contacto con ellas, ellas me inspiraron confianza, en sus miradas no habían engaño, no habían mentiras, no habían secretos.

Excelentísimo Señor Ministro:

Permítame evocar brevemente la historia de la lucha de tres Abuelas:

Enriqueta Estela BARNES de CARLOTTO, nace en Buenos Aires el 22 de octubre de 1930. Esposa de Guido CARLOTTO y madre de Estela Laura, de Claudia, de Guido Miguel y de Remo. Maestra de escuela primaria durante muchos años. El golpe de Estado de 24 de marzo de 1976, cambió su vida.

El 5 de agosto de 1976 secuestraron a su esposo y fue torturado antes de ser rescatado con el pago de 30.000 dólares de entonces. Su hija Laura, estudiante en la facultad de Historia de la universidad de La Plata, fue secuestrada a finales de noviembre de 1977 con embarazo de tres meses y detenida en el Centro clandestino La Cacha en la ciudad de La Plata. El 26 de junio de 1978, Laura dio a luz a un bebé que para la familia su nombre es Guido CARLOTTO. El 25 de agosto de 1978, los representantes de la dictadura convocaron a Estela para entregarla el cadáver de su hija Laura.

Esta historia macabra hay que contarla en todos los países del mundo para que se sepa y para que no se repita.

Querida Estela, esta historia que acabo de citar te convirtió en una dirigente por la causa de los derechos humanos y de las libertades fundamentales. Tú eres el líder de las defensoras y de los defensores de los derechos humanos. Tú eres nuestro modelo, tú eres nuestro ejemplo.

Querida Estela, el mundo entero te aprecia, me he dado cuenta que tienes actualmente más de 24 distinciones nacionales e internacionales: desde la Orden de la Estrella Polar de Suecia, pasando por el doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Barcelona, Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República de Montevideo y más de diez doctorados Honoris Causa de las Universidades argentinas, terminando con el Premio Felix Houphouët-Boigny al fomento de Paz, de la UNESCO.

Realmente tu militancia, la militancia de las Abuelas de Plaza de Mayo ha sido reconocida por la comunidad internacional. Te felicito por este reconocimiento. Felicito igualmente los que hicieron la película Verdades verdaderas.

Rosa TARLOVSKY de ROISINBLIT, nace en Moisés Ville provincia de Santa Fé el 16 de agosto de 1919. Un año y 28 días después del nacimiento de Nelson MANDELA, el terrorista de los Gobiernos del Apartheid en Sudáfrica. Rosa, tú fuiste durante mucho tiempo Comadrona. Madre de Patricia Julia ROISINBLIT, tu hija única, la cual fue secuestrada junto con su marido, José Manuel PEREZ ROJO, Patricia embarazada de ocho meses. Patricia y su marido fueron asesinados por el régimen auto proclamado Proceso de Reorganización Nacional. Guillermo PEREZ ROISINBLIT, tu nieto, nació en el cautiverio el día 15 de noviembre de 1978, gracias a tu lucha, gracias a la lucha de las Abuelas, Guillermo recobró su identidad en el año 2000, a los 21 años de edad.

Esta historia macabra hay que contarla en todos los países del mundo para que se sepa y para que no se repita.

Quiero felicitar públicamente a la Señora Marcela Bublik por haber publicado un libro que describe la vida de Rosa y su historia. Estoy orgulloso de encontrarme en la ciudad de Buenos Aires, ciudad que ha nombrado a Rosa y a Estela Ciudadanas Ilustres.

Maria Isabel CHOROBIK de MARIANI, nace en San Rafael, provincia de Mendoza el día 19 de noviembre del año 1923. Profesora de dibujo y pintora. Madre de Daniel MARIANI (que trabajó en la UNESCO como funcionario internacional) y suegra de Diana TERRUGGI, ambos militantes políticos, quienes tenían una hija de tres meses, Clara Anahí.

El 24 de noviembre de 1976, las fuerzas armadas atacaron la casa en La Plata de Daniel MARIANI; en el ataque Diana murió y cuatro militantes políticos; Daniel fue secuestrado junto con su hija Clara Anahí. El primero de agosto de 1977, Daniel fue asesinado en el cautiverio. Desde entonces Chicha busca a su nieta Clara Anahí.

Esta historia macabra hay que contarla en todos los países del mundo para que se sepa y para que no se repita.

Antes de marzo de 1976, Chicha, tú llevabas una vida sin problemas, te dedicabas a tus actividades de la enseñanza y a la pintura. Después del golpe de Estado militar, tu vida cambió totalmente, te convertiste en nuestro líder, la líder de las defensoras y defensores de los derechos humanos y de las libertades fundamentales. Chicha, tú eres nuestro modelo, tú eres nuestro ejemplo.

Damos las gracias a la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires por haberte otorgado el diploma de honor por tu tarea a favor de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.

Con el argumento macabro de contagio-ideológico, la dictadura argentina hacía desaparecer a los hijos pequeños de los militantes políticos o a los recién nacidos. Este argumento es inaceptable, conozco familias que el marido vota de una forma distinta de su mujer y los hijos mayores votan totalmente contrarios a sus padres.

Querida Estela, querida nuestra presidenta, la lucha que comenzamos hace 37 años la estamos ganando. Fue y es una lucha no violenta, es una lucha que deja buenos cimientos en la sociedad, es una lucha que se explica a todas las personas del mundo para que las entiendan. Las Abuelas utilizan la lucha con la metodología que utilizó el legendario Mohandas Karamchand GANDHI conocido con el nombre de el Mahatma (1869 - 1948); es decir la política de no violencia. Esa misma política la utilizó el legendario Martín Lutero KING (Atlanta 1929 – Memphis 1968).

Excelentísimo señor Ministro de Relaciones Exteriores:

La lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo ha provocado muchos avances en la ciencia y en los propios derechos humanos; en la ciencia hizo posible el establecimiento del Índice de Abuelidad antes de la aparición de ADN. La integración en la lucha de expertos juristas, psicólogos y genetistas para resolver los problemas que surgen en cada momento me llena de admiración. También esa lucha trajo muchos cambios en la legislación interna de la República Argentina, el Congreso Nacional argentino sancionó la ley 26001 que estableció el 22 de octubre de cada año como día Nacional del Derecho a la Identidad. El Congreso Nacional sancionó la ley de ADN. En el plano internacional, podemos citar los artículos 7, 8 y 13 de la Convención internacional del derecho del Niño de las Naciones Unidas como artículos de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo. La lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo con otras organizaciones como FEDEFAM hizo posible la elaboración de la Convención Internacional para la protección de las desapariciones forzadas de personas.

En el día de ayer tuve la suerte de visitar ESMA, esta mañana he visitado el Parque de la Memoria esas visitas me permiten decir que el Pueblo argentino está escribiendo su propia Historia. Quisiera felicitar al Pueblo y al Gobierno argentinos por esa voluntad de escribir su propia Historia.

Excelentísimo Señor Ministro:

Tuve también en Ginebra muchos contactos con muchos argentinos, tengo miedo de empezar a citarlos, tengo miedo porque puedo olvidar algunos; pero pido disculpas de antemano si olvido el nombre de alguien. Voy a comenzar a citar el compañero Rodolfo MATTAROLLO (Buenos Aires 1939), el super terrorista, según el Embajador Martínez: el Embajador Martínez no quería verle ni en la sombra. Yo me acuerdo de él sentado con el público arriba de la sala siete en el Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra. Después de una brillante carrera internacional, me han dicho que Rodolfo se ocupa actualmente de promover la literatura africana en Argentina; te felicito Rodolfo por hacer conocer los escritores africanos en Argentina.

Otro “terrorista” que el Embajador Martínez odiaba a muerte fue nuestro ilustre difunto el doctor Emilio Fermín MIGNONE (Luján, 23 de julio 1922–Buenos Aires 21 de diciembre 1998). El compañero MIGNONE provocó en la sala XVII un incidente que no olvidaré nunca; en nombre de la Comisión Internacional de Juristas tomó la palabra para denunciar las violaciones a los derechos humanos en su país; el Embajador Martínez hizo una moción de orden, porque el orador no era imparcial, porque el orador estaba motivado políticamente y era un “terrorista”. Entonces el difunto doctor Niall MCDERMOT (10 de septiembre 1916 – 22 de febrero 1996), Secretario General de la Comisión Internacional de Juristas (1970–1990), también pidió una moción de orden, aunque no tenía derecho de hacerlo, era solo para defender al compañero Mignone. Dijo el señor MCDERMOT que el orador es miembro de su ONG y no es terrorista. Este escándalo provocó una suspensión temporal de la reunión.

Hay en esta sala un argentino de la provincia de San Luis, él y yo fuimos componentes de la Comisión de juristas para la amnistía y la transición democrática en Uruguay y Paraguay. Quiero hablar de Leandro DESPOUY (San Luis, 1947). Además, Leandro hizo muchísimas cosas en Ginebra, lo único que sé es que le preparé las empanadas africanas que le gustaron mucho.

Permítame Señor Ministro presentarle a mi hermano menor, me refiero a Horacio RAVENNA (1949), si no me equivoco fue el primer Embajador de la democracia recuperada en la Comisión de los derechos humanos, también le encantan las empanadas africanas, hace poco tiempo fuimos los dos a una aventura de consultoría internacional en el desierto del Sahara.

Me encontré en Estraburgo (Francia) con otro argentino diecisiete o dieciocho años menor que yo, fue en el Instituto Internacional de Derechos Humanos; él enseñaba el sistema interamericano de derechos humanos y yo enseñaba el sistema africano de derechos humanos y de los pueblos, luego nos encontramos en diversas universidades practicando el mismo oficio e incluso me invitó a dictar cursos en la universidad de la Plata; quiero presentarles al doctor Fabián OMAR SALVIOLI (5 de abril, 1963)

Aquí en la sala se encuentra una ahijada mía, ella se llama Julia (1988). Hija de argentinos nacida en Ginebra, hace poco que acabó brillantemente sus estudios en arquitectura. Mi ahijada tiene 26 años, los que vivan todavía quince a veinte años van a oír hablar de ella, porque es una de las jóvenes más inteligentes de nuestra época.

Nuestra ONG había trabajado mucho por el caso del genocidio de los armenios, aquí en la sala esta la persona que encarnaba esa lucha, quiero referirme a nuestro compañero Roberto MALKASIAN.

Quisiera saludar la presencia en esta magnífica sala del ex-Juez español Baltasar GARZÓN, una persona que no hace falta sea presentada. Fue el compañero Jean ZIEGLER quien me presento a ese magistrado conocido internacionalmente. Fue él quien puso nervioso al general Augusto Pinochet.

Excelentísimo Señor Ministro:

Permítame presentarle a una persona que usted conoce muy bien. Quisiera hablarle de las actividades de la actual Misión de la Argentina en Ginebra y sobre todo después que es Embajador el doctor Don Alberto D’ALOTTO (1953), lo conocí por la primera vez en la delegación de la democracia recuperada en febrero- marzo de 1986, después nos encontramos en Yaounde, Camerun, en mayo del mismo año 1986 en una conferencia contra el régimen de Apartheid en Sudáfrica; dicha conferencia duró durante dos semanas, suficientes para conocernos muy bien.

Tengo el honor de informarle a usted, Señor Ministro, que la Misión Permanente de Argentina en Ginebra bajo el mando de Alberto D’ALOTTO se ha convertido en punta de lanza concerniente a la promoción y a la protección de los derechos humanos y a las libertades fundamentales. Qué bonita es esa historia de la Misión de Argentina que hace 30 años la sociedad civil internacional evitaba a los diplomáticos argentinos de la dictadura y hoy en día esa misma Misión lidera las iniciativas para la promoción y protección de esos derechos.

Excelentísimo Señor Ministro,

Guardo un recuerdo importante de una alta personalidad argentina, me encontré en verano de 1987 con el Presidente Raul ALFONSÍN en una recepción en el hotel intercontinental de Ginebra, gracias al Embajador Tettamanti.

Excelentísimo Señor Ministro:

Quisiera enviar un mensaje, por su intermedio, a la Presidenta de la Nación Argentina, quisiera que usted transmita a Doña Cristina FERNÁNDEZ DE KIRCHNER que ella es una de las personas más conocidas por los militantes de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial. Todos nosotros nos acordamos del día trece de febrero de 2008, cuando en una recepción, que la Presidenta ofrecía a Teodoro Obiang NGUEMA MBASOGO (5 de junio, 1942) Presidente de facto de Guinea Ecuatorial, la Presidenta criticó el mal gobierno y las violaciones flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos en ese país.

El mensaje a la Presidenta es solamente que los defensores a los derechos humanos de mi país dan las gracias a la Presidenta de la Nación Argentina por su valiente acción que hizo en favor de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial en aquella tarde del 13 de febrero del 2008.

¡Viva la lucha por los derechos humanos!

¡Vivan las Abuelas de Plaza de Mayo!

¡Viva la democracia recuperada!

¡Vivan las defensoras y los defensores de los derechos humanos!

La lucha continua. La lucha debe continuarse.

Muchísimas gracias por su atención.

Argentina condecoró a Cruz Melchor Eya Nchama por su lucha por los Derechos Humanos

Cancillería Argentina (10' 03'')